Capitulo 4

Punto, punto, tirar. Punto, punto, tirar. Ahora se hace tan sencillo cocer este cuero, como si la aguja fuera una extensión de mí. Al igual que toda persona que escribe una letra, que aprende a caminar, y olvida que tiene zapatos hasta que camina descalzo y se pincha. Toda persona que habla y que respira lo hace de forma natural. La maestría se alcanza con los años, la experiencia y el conocimiento.

Los primeros diagramas que vi, eran dibujos simples en hojas de papel donde mostraban los puntos de cadeneta simple, doble o pespunte, múltiple, y sobreorilla entre otros. Los había a mano y otros a máquina. Los había para unir, parar adornar, unos más seguros y otros más sueltos.

La primera impresión quedó grabada cuando vi hacer un saquito cosido, y con el leve tirón de mi padre, la costura se salió de inmediato. Yo pensaba que estaba mal hecho pero él me corrigió. Cada nudo tiene su función- decía- este por ejemplo, no se suelta desde adentro del saco, solo tirando el extremo, para quien quiera soltarlo, se llama cadeneta simple. Se entrelaza consigo mismo, de esta forma y es bastante elástico. ¿Ves?

Así con el tiempo fue adquiriendo cada uno de esos puntos, primero fijo en el diagrama con sus fotos, seguía paso a paso, y luego lo hacía sin pensar, mientras conversaba o escuchaba radio.

Con el tiempo empecé a imaginar que los puntos eran más que puntos, tenían otro significado. Se sublimaban mientras fabricaba bolsos, relojes de pulseras y otras marroquerías. Veía el pespunte, dos series de hilos que se enlazan, una puntada fuerte que no se deshace fácil, que es igual al derecho y al revés. Me imaginaba a mi negra caminando, con sus pies descalzos, abrazándome por la espalda mientras trabajaba. Nos imaginaba a los dos como el pespunte, sin nada que ocultarnos, éramos una puntada fuerte, aunque su cuero era mucho más lindo que el mío.

Otras personas me parecían ser como la cadeneta múltiple, una puntada de varios hilos, de varias series que se entrelazan de forma compleja, a veces enredada, aunque no se deshace fácil es diferente al derecho que al revés, por un lado muestra una cara amable y por el otro ni les cuento. ¡Ni les cuento!

Así con cada técnica que vamos adquiriendo en el cuerpo podemos aprender mucho más de lo que realmente es. Solo se debe ser observador, creativo y sobre todo un entusiasta. El resto, al final, el tiempo lo da.